La falta de un mantenimiento adecuado del autoclave provoca numerosos problemas, que pueden llegar a ser muy graves. Si se da un desgaste en los componentes controladores del equipo, se verá afectado el rendimiento de toda la instalación, así como la veracidad de los datos. Además, un mantenimiento incorrecto complicará la operativa de la maquinaria e incluso puede llegar a inutilizarla. En el peor escenario, ocasionará ciclos de esterilización incompletos, poniendo en alto riesgo la seguridad alimentaria.
El mantenimiento preventivo de los autoclaves industriales es esencial y, si se lleva a cabo de manera correcta, ofrece muchos beneficios:
Evita complicaciones y paradas imprevistas de la maquinaria
Son muchos los problemas que puede acarrear la falta de mantenimiento preventivo. Si no se realizan este tipo de labores en el autoclave de manera periódica, es probable que se den las siguientes complicaciones:
- Cierre incompleto de la puerta antes de empezar el ciclo o no apertura tras finalizar.
- Caminos de rodillos que no deslizan adecuadamente la carga.
- Imposibilidad de transportar la carga al interior del autoclave por atasco de la cadena.
- Fallo de los sistemas de rodadura del tambor, impidiendo la rotación.
- Registro incorrecto de las rotaciones del tambor por parte del encoder.
- Motor que no rota o tracciona la carga.
- Fugas de agua en el recipiente.
- Cavitación de la bomba o fallos a la hora de impulsar el agua a través del sistema de recirculación.
- Atasco del filtro provocado por la suciedad del agua de proceso.
- Desborde del agua de proceso al terminar el ciclo.
Estas situaciones conllevan fallos en el rendimiento de la maquinaria y es probable que supongan gastos elevados, derivados de averías y paradas en la producción. Todos estos contratiempos se pueden evitar si llevamos a cabo un programa correcto de mantenimiento en el autoclave.
Asegura la veracidad de los datos del sistema
Si se da un desgaste en los componentes que controlan el proceso de esterilización, es posible que los sensores de temperatura, caudal y presión no registren correctamente los datos, con las consecuencias que eso conlleva. Un error en estas variables puede tener consecuencias muy graves, que afectan tanto a la calidad de los alimentos como a la seguridad alimentaria.
La monitorización y registro de los datos de proceso es un aspecto imprescindible dentro de la esterilización de alimentos y bebidas, un aspecto que garantizará la trazabilidad total del producto. La mejor forma de garantizar su buen funcionamiento es a través de un mantenimiento preventivo.
Previene fisuras en los autoclaves
Las altas temperaturas y la acumulación de sustancias corrosivas, como cloruros e iones H+, pueden llegar a provocar fisuras en el autoclave. Si aparecen estos daños, es necesario reemplazar el autoclave por un nuevo equipo, y es importante detectarlos de forma temprana puesto que pueden poner en riesgo la seguridad de las personas y de la producción.
El mantenimiento preventivo incluye labores para evitar este tipo de fisuras, a través de la monitorización y control de los parámetros de agua de proceso. Siempre debe estar dentro de los siguientes rangos:
- pH: 5,5 – 8,0.
- Concentración de cloro máximo 1-1,5 ppm.
- Dureza total 3 – 5 ºdH o 54 – 90 ppm.
Maximiza el rendimiento de toda la instalación y ahorra costes
El mantenimiento preventivo también está enfocado a aplicar medidas para garantizar la eficiencia del autoclave y de todo el proceso de esterilización. Si no se tienen en cuenta estas actuaciones, es probable que, con el tiempo, la instalación se vuelva ineficiente y genere gastos excesivos de recursos en energía y agua.
Si se realizan labores para detectar y gestionar incidencias de proceso de manera temprana, así como auditorías para mejorar la eficiencia energética, aumentará de manera sustancial la productividad de la planta. Por ello, un buen mantenimiento supone un ahorro de costes tanto a medio como a largo plazo.
Garantiza la esterilización completa y evita riesgos de seguridad alimentaria
La falta de mantenimiento puede provocar problemas como la pérdida de transmisión térmica, una emisión insuficiente de vapor durante el proceso o fugas por el desgaste de la junta, entre otros. Además, el deterioro en los sistemas de control puede poner en duda los datos del proceso de esterilización.
En estas situaciones, es posible que se den desviaciones de temperatura y fallos en la presión que resultarán muy perjudiciales para el producto. Si se da un nivel excesivo de calor, se deteriorarán las propiedades organolépticas y calidad nutricional del producto. Si, por el contrario, no se llega a la temperatura establecida en la receta, las consecuencias son aún más graves, puesto que no se eliminarán los microorganismos perjudiciales y se pondrá en riesgo la salud de los consumidores. Por otro lado, si hay errores en los niveles de presión, es posible que los envases sufran daños o incluso roturas durante la esterilización.
Por todas estas razones, es altamente recomendable llevar a cabo un programa de mantenimiento preventivo dentro de las instalaciones del autoclave. De esta forma, no solo se evitan gastos de reparación y sustitución de equipos, también se logra una mayor eficiencia y, lo que es aún más importante, se garantiza la total seguridad del producto.